Ah, estabas antes que él.
Venías a cada instante
a poner entre mis manos
un trocito de papel,
un bolígrafo gastado
y un poema por hacer.
Y me llenaste de versos
con la inocencia más pura,
llovía y la noche oscura
encendía dos luceros.
¿Me buscaste o te busqué?
Olvidé: ¡Ya no recuerdo!
venías a cada instante
a perforarme por dentro,
a pintar tonos azules
en los grises de los sesos.
Ah, estabas antes que él
y hoy que ya no recuerdo
sólo quisiera tener
un trocito de papel,
un bolígrafo gastado
y un poema por hacer.
Rosario Martín
No hay comentarios:
Publicar un comentario